Son muy claros los efectos del cambio climático en todo el mundo. En México a la vez que tenemos una ubicación privilegiada, también tenemos el riesgo de sufrir las consecuencias de este cambio. México a través de la Semarnat se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 25% para 2030.
Hasta ahora, al menos 319 municipios del país son vulnerables al impacto del cambio climático, esto es cerca del 13% del territorio nacional. Por esta razón, México hizo el compromiso voluntario de “decarbonizar su economía” para el periodo 2020-2030 ante la expectativa del acuerdo global en la COP 21 a realizarse este año en París.
México es el primer país en desarrollo que se fija una meta así de ambiciosa. La idea es poder desacoplar el crecimiento económico de las emisiones de contaminantes como el dióxido de carbono pasando de 40 a 24 kg CO2e/1.00 pesos. Lo anterior significa una reducción de 40% en la intensidad de carbono del PIB.
Un crecimiento económico con menos emisiones de carbono es un reto fuerte pero México tiene los recursos para hacerlo, falta que realmente se apliquen las medidas que necesitamos para que se dé esa reducción de 22% en emisiones directas de CO2, metano, óxido nitroso y gases fluorocarbonados que abarca este compromiso.
Nuestro país contribuye con el 1.37% de emisiones globales de CO2 derivadas de la combustión de combustibles fósiles, quizás no es mucho, pero cuando se trata de reducir los GEI ningún esfuerzo es poco. El compromiso es de todos, industria, gobierno y ciudadanos, no hace falta un acuerdo global para que empecemos a cuidar nuestro planeta aunque es una ventaja que nuestras autoridades tomen la iniciativa.
Como parte de las actividades a realizar para cumplir este compromiso es tener una tasa de 0% en deforestación, ya que evitando la tala se reducen las emisiones de CO2. Nosotros podemos apoyar este compromiso reduciendo nuestra huella de carbono en México y el mundo.