Además de ser pionera en la movilidad alternativa, Copenhague también trabaja en mejorar el hábitat y disminuir consumo de energía.
Las azoteas verdes comenzaron a usarse en Alemania para mantener la vegetación en un medio de cultivo; luego se volvió una alternativa para los habitantes de las grandes ciudades sin posibilidad de contar con mucho espacio.
Copenhague es la segunda ciudad en el mundo que implementa una legislación de este tipo: la primera fue Toronto, Canadá, donde se implementó una ley similar que ha dado como resultado 1,2 millones de metros cuadrados verdes en diferentes tipos de construcciones, así como un ahorro energético anual de más de 1,5 millones de kWh para los propietarios de dichos edificios.
El plan de Copenhague es cubrir con vegetación las azoteas de la cuidad con el fin de llegar a ser carbono neutral en el año 2025.
Los beneficios de los techos verdes son inmensos: