Dos razones principales. La primera, refiere al suceso en que el agua, al incrementar su temperatura, provoca que las moléculas se muevan e interactúan más que en estado de menor temperatura y esto ocasiona que tomen más espacio.
La segunda responde a la contribución de las capas de hielo desprendidas que, al transformarse en agua, suben inmediatamente el nivel del mar. Es sabido que el calor adicional provoca el derretimiento de las capas de hielo y glaciares en la tierra y esto está sucediendo con bastante frecuencia en la actualidad.
¿Dónde y cuanto?
El aumento se produce en todos los continentes y a lo largo de todos los océanos de manera diferenciada. Algunos sitios experimentan un incremento que llega incluso a superar los 22 centímetros. Las zonas más perjudicadas con este suceso son las costas del Pacífico de Asia y Oceanía, el Mediterráneo Oriental y la costa atlántica de América.
¿Qué puede suceder?
Los primeros en la fila que peligran el futuro de su estabilidad son aquellas ciudades y pueblos costeros en todo el mundo. La amenaza es simplemente borrarlas del mapa.
Lo mismo ocurre con la posibilidad de desaparición de una multitud de islas, especialmente en el Pacífico, podrían ocasionar la desaparición de países enteros.
La NASA calcula que sólo en Estados Unidos, 160 millones de personas viven a lo largo de su borde costero. Es más, 11 de las ciudades más grandes ciudades del mundo se ubican en una costa y el incremento en el nivel del mar, significa que gradualmente, éste irá inundando las ciudades que se ubiquen a una baja altitud.
Las pérdidas anuales por inundación mundial hoy alcanzan los 6 billones de dólares y se espera que para 2050 sea un trillón de dólares en el mismo período.
¿Cómo evitar el calentamiento global?
– Reduce en 15 Kilómetros semanales el uso de tu auto y evitarás emitir 230 Kilos de dióxido de carbono al año.
– Planta árboles y no los cortes. Un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida.
– Reutiliza el papel. Cien kilos de papel, salva la vida de al menos siete árboles.
– Usa focos ahorradores de energía. Ellos consumen un 60% menos electricidad que un foco tradicional.
– Reduce aunque sea el 10% de la basura personal. Ahorrarás 540 kilos de dióxido de carbono al año.
– Cada litro de gasolina ahorrado evita la emisión de tres kilos de dióxido de carbono.
– Infla correctamente las llantas. Mejorará la tasa de consumo de combustible en más de 3%.