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Dale agua, cebada y levadura a un científico y no sólo obtendrá whisky, también descubrirá cómo crear un biocombustible, al menos eso fue lo que le sucedió aMartin Tangney, microbiólogo y descubridor del método para producir biocombustible a partir del whisky escocés.
El whisky es la bebida nacional escocesa aunque se cree que tuvo sus inicios en Irlanda y es un científico irlandés radicado en Escocia quien ha encontrado la manera de convertir las sobras de la producción del whisky, también llamadoagua de vida en biobutanol, un combustible para coches.
La industria del whisky en Escocia genera 500.000 toneladas de residuos sólidos de granos y 1.600 millones de residuos líquidos y es que para obtener la bebida sólo se utiliza el 10% de los ingredientes con los que se elabora, el otro 90% sonsubproductos que era destinado al ganado.
Tangney encontró la manera de convertir ese 90% de subproductos en biobutanol a través de un proceso llamado Fermentación ABE en el que se utilizan bacterias para obtener Acetona, Butanol y Etanol.
El proyecto que lleva 7 años de experimentos en la Universidad Napier de Edimburgo en conjunto por la destilería Tullibardine es apoyado por el Gobierno de Escocia en un esfuerzo por unir la industria de energía renovable con la del Whisky.
Al parecer el sueño de Tangney está más cerca de hacerse realidad con la firma de un convenio entre Celtic Renewables y Bio Base Europe, con el respaldo de la Unión Europea y su objetivo de utilizar en 2020 un 10% de combustibles limpios en sus autos.
El biobutanol tiene algunas ventajas sobre el etanol, es un biocombustible con poder calorífico superior y comparable al de la gasolina que se puede utilizar fácilmente en motores diésel y de gasolina sin tener que hacer modificaciones en su estructura.
La clave para el uso de biocombustibles, según Tangney, será huir de la competencia entre ellos y crear un mix de acuerdo a los recursos de cada país. El científico confía en que los países con alta producción de alguna otra bebida alcohólica podrá sacar partido de la experiencia que Escocia ha tenido con los biocombustibles derivados de la industria del Whisky.
Si pensabas que el whisky era sólo un excelente combustible para los invitados a tu fiesta, es mucho más que eso, en unos años puede echar a andar tu auto también.