Desde hace 42 años, cada 5 de junio se celebra el #DíaMundialdelMedioAmbiente. Ante una crisis ambiental sin precedentes, los esfuerzos para revertirla han sido muchos, pero hay pocos casos realmente exitosos y la degradación es cada vez más acelerada. Con un escenario así, es evidente que no hay muchas razones para celebrar. Sin embargo, existen muchísimas acciones que serían en sí mismas una verdadera celebración:
Prohibir el fracking en el país;revocar concesiones mineras y prohibir la explotación a cielo abierto;aprobar la ley ciudadana para regular las aguas nacionales;prohibir la siembra de organismos genéticamente modificados;quitarle el registro al Partido Verde Ecologista de México;frenar de manera contundente el tráfico ilegal de especies;combatir la pesca ilegal en el archipiélago de Revillagigedo;proteger a nuestras especies de tiburón de la pesca legal indiscriminada;regular el destino de los animales de circo;impulsar una agenda para prohibir el cautiverio y el espectáculo de mamíferos marinos en México;discutir la utilidad de los zoológicos;por favor, prohibir la tauromaquia;cancelar el proyecto Monterrey VI que despojaría el agua potable de la tribu Yaqui;publicar el programa de manejo de la isla Holbox;regresarle la protección original al Nevado de Toluca;frenar el despojo de comunidades por las torres eólicas en Juchitán;restaurar las siete hectáreas de manglar que el Municipio de Tampico taló de manera ilegal para hacer un “eco-parque”;revocar la explotación de Basalto en la Reserva de la Biosfera de los Tuxtlas;asegurar de manera permanente que no exista mega desarrollos turísticos en Cabo Pulmo;frenar el crecimiento del turismo depredador en la Riviera Maya;revocar el permiso de explotación minera del Grupo México en Sonora;cancelar el nuevo aeropuerto en Texcoco y recuperar la vocación lacustre de la zona;proteger los espacios públicos de Iztapalapa ante la amenaza de las nuevas autopistas urbanas;impulsar el proyecto de regeneración del Río la Piedad en el Viaducto de la Ciudad de México;restaurar el Río Magdalena,el único río “vivo” de la Ciudad de México;atacar de manera holística los problemas de Xochimilco y del axolote; En fin, entre otras muchísimas cosas, detener el proceso de neo-colonización de nuestro territorio.
De todas estas posibilidades, nuestra grandiosa idea, que por cierto impulsó el Partido Verde, es mover un dedo y apagar la luz cinco minutos. Una celebración que sólo sirve para limpiar la conciencia. Tal parece que apagar la luz se ha convertido en el equivalente de otorgar un minuto de silencio por las víctimas de la violencia. Haciendo alusión a las palabras de Ana Gatica, si apagáramos la luz cinco minutos por cada uno de los crímenes ambientales que se cometen en México viviríamos en la oscuridad eternamente.
Twitter del autor: @FerCordovaTapia
Publicado anteriormente en Animal Político
* Fernando Córdova Tapia (@FerCordovaTapia) es Candidato a Doctor en Ciencias por la UNAM, coordinador del Grupo de Análisis de Manifestaciones de Impacto Ambiental de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (GAMIA/UCCS) y coordinador académico del Laboratorio de Restauración Ecológica del IBUNAM.