Conducir nuestro automóvil es un placer cotidiano que a veces resulta indispensable y mucho más cómodo que casi cualquier alternativa, salvo por el elevado costo de la gasolina. Por ello es importante hacer rendir hasta la última gota con estos sencillos consejos.
Hacer recorridos más eficientes
Un motor frío es mucho menos económico que uno a temperatura de operación y además consume más gasolina. Una buena idea combinar todos los recorridos que sea posible en uno sólo, con breves pausas y con una planeación de la ruta que comience por el destino más alejado, si es posible. De este modo el motor se mantiene caliente por más tiempo y consume menos.
Evitar la hora pico
En las grandes ciudades y con horarios estrictos esto es casi imposible, pero en ocasiones es posible organizar los horarios de modo que se eviten las horas de entrada y salida de las oficinas y las escuelas. En esas condiciones el auto recorre sólo unos pocos metros a la vez y en el engranaje más corto, de modo que el consumo es algo en comparación con la distancia recorrida. Además, hay mejores lugares para pasar el tiempo que dentro del coche a 0.003 kilómetros por hora.
Cerrar las ventanillas
Las ventanillas abiertas rompen el flujo de aire a lo largo del vehículo, de modo que crean más resistencia al viento. Por lo tanto, se tiene que acelerar más para mantener una velocidad. El sistema de aire acondicionado en los autos modernos es muy eficiente y no eleva demasiado el consumo, así que resulta más eficiente conducir con las ventanillas cerradas y el aire acondicionado conectado. En clima de templado a frío, sólo con el ventilador es suficiente sin usar el compresor.
Remover todo lo que sea inútil en el techo del auto
Hay quien sale en bicicleta una vez cada tres meses y conserva en el techo del auto los soportes para llevarlas. Esto provoca más arrastre aerodinámico y aumenta el consumo sin aportar ninguna ventaja (aunque hay quienes consideran que así se ve más “deportivo”). Si no se usan estos soportes, es infinitamente mejor desmontarlos.
Evitar llevar peso innecesario
Llevar la cajuela llena de equipo deportivo sin usar, ropa, cajas, libros, herramientas y cualquier otra cosa que no se vaya a usar a corto plazo, eleva el consumo y afecta el manejo del auto al alterar el balance de pesos.
Acelerar con suavidad
Definitivamente hay que evitar los pisotones al acelerador, que hacen que el motor se inunde de combustible que no se va a quemar de forma eficiente. Si luego frenas de inmediato será un desperdicio. Lo ideal es acelerar de forma suave y gradual, sin llegar al fondo del recorrido del acelerador, a menos que seas James Bond. Desafortunadamente, la mayoría no lo somos.
Respetar el límite de velocidad
No sólo por tranquilidad, viajar dentro del límite de velocidad en carretera permite que la eficiencia sea máxima. Por ejemplo, en un viaje largo es posible llegar alrededor de 20 minutos antes en un viaje de 300 km si se conduce a 140 km/h en vez de a 120, pero esos 20 minutos más temprano cuestan alrededor de 200 pesos más en gasolina.
Revisar la presión de las llantas
Esta es una de las formas más sencillas de ahorrar combustible y una de las menos socorridas. Las llantas de un auto son la interfase del auto con la carretera, el único punto de contacto. Una llanta a baja presión genera más resistencia al rodaje y se sobrecalienta por la mayor fricción, lo que además puede causar un accidente. La presión recomendada por el fabricante es la especificación que se debe seguir, no el consejo del gasolinero; esta información se encuentra en el interior de la puerta del conductor o en la tapa de llenado de combustible. Como extra, vale la pena tener un medidor de presión digital.
El pequeño triángulo junto al ícono de la bomba en el medidor de gasolina de los autos indica de qué lado queda la toma, para así elegir el lado adecuado de llenado en la gasolinera.
Fuente: lifeandstyle.la