Este año Grupo Peñafiel fue reconocido por novena ocasión por el Cemefi como Empresa Socialmente Responsable al ser un pilar para la comunidad y el entorno donde operan. Esta distinción les ha permitido trabajar con Fondo Unido México para que de manera voluntaria los colaboradores ayuden a invertir, más allá del dinero, en asilos para personas de la tercera edad, albergues de niños huérfanos y mejorar escuelas públicas en comunidades.
A través de la búsqueda de acciones para ser una empresa incluyente, “empleamos a personas sordomudas en las fábricas de Tehuacán y Tlajomulco, Jalisco, dos centros productivos donde tenemos un traductor para comunicarnos con el lenguaje de las manos. La gratificación es que son personas comprometidas, entusiastas y buenos en su chamba; generan un ambiente agradable en el centro de trabajo”, afirmó José Manuel García Méndez, vicepresidente de Recursos Humanos de Grupo Peñafiel.
Con respecto al medio ambiente la empresa tiene como prioridad un nivel de excelencia. Las fábricas cuentan con planta de tratamiento de aguas residuales, sistemas de uso de agua tratada, control de emisiones a la atmósfera, residuos sólidos. Esto se realiza con empresas certificadas por la Semarnat como industria limpia. Este año se ratificó por cuarta vez, dura dos años, y por medio de una auditoría se aseguran de que cumplen con los requisitos.
En relación con la sociedad, “autoridades locales de las comunidades de Tlajomulco y Tehuacán contribuyeron dándonos un terreno. Con el trabajo y apoyo de colaboradores y habitantes se hicieron los parques Kaboom, que se entregan con tierra y se devuelven con juegos de plástico, como resbaladilla, columpios, etc. para uso de los niños. El parque como lugar de convivencia social es para la comunidad y las personas que viven cerca ayudan a cuidarlo, promoviendo la cultura de la participación”, comenta.
Al manantial que está debajo de la superficie de la tierra por la geografía que lo rodea en Tehuacán se puede acceder a través de túneles y cavernas subterráneas 30 metros debajo de la tierra, y “se ve cómo el agua surge naturalmente. Eso hizo que la compañía abriera al público la entrada al Museo Hidromineral de Tehuacán de forma gratuita, en Semana Santa y Pascua; 3,500 personas reciben visitas guiadas. Es un proceso padre cuando saben lo que la naturaleza necesita para filtrar el agua y llegar a la mesa. Se pretende que la gente colabore para cuidar el recurso”, argumenta el directivo de Peñafiel.
Como un compromiso al consumidor de alta calidad, Grupo Peñafiel trabaja con el American Institute of Baiking (AIB), que certifica a empresas de alimentos y bebidas con normas internacionales para verificar la calidad de éstos. Por ejemplo, el Programa el Sabor del Año nació en Francia y “hace que a ciegas diferentes consumidores evalúen la calidad de los productos. En México se han galardonado 27 marcas y 100 productos, este año recibimos el certificado como sabor del año en 11 de nuestros productos”, enfatizó.
Para Grupo Peñafiel sus colaboradores son prioridad, cuentan con planes de desarrollo y entrenamiento para que reciban un desarrollo adecuado. La fuerza del equipo de trabajo y con acciones a la sociedad confían en que obtendrán el reconocimiento más importante: el de la gente.
viridiana.diaz@eleconomista.mx