En 2011 Igor Semiletov, científico ruso de la Academia Rusa de Ciencias en el Lejano Oriente, quien lleva al menos 20 años estudiando el océano del Ártico frente a la placa continental de Siberia oriental, sorprendió al mundo, junto con su equipo, por sus declaraciones a The Independent.
Un tiempo atrás habían encontrado columnas de gas metano (gas de efecto invernadero 20 veces más potente que el dióxido de carbono) que salían del mar y del hielo. Sin embargo el hallazgo de 2011 fue mucho mayor (con hasta 300 fugas), aunque encontraron cientos, Semiletov concluyó que podrán haber miles.
¿Por qué ocurre esto?
Sin hielo y con altas temperaturas en el verano el metano atrapado es liberado, lo que conduciría a un cambio climático veloz. Estos puntos de inflexión, como producto del calentamiento global, aceleran el calentamiento asimismo este fenómeno.
En 2013 otro grupo de investigadores de la NOAA (la Administración Nacional estadounidense Oceánica y Atmosférica) también encontraron una veintena de escapes de gas en el fondo oceánico frente a la costa atlántica de Estados Unidos.
Lo que sigue
Aún falta que se investigue más este fenómeno, aunque se considera ya como uno confirmado. Este sería la exacerbación de un inercia de calentamiento global que está emitiendo señales de urgencia. Por lo pronto Avaaz está haciendo una campaña para que este tema (los vórtices de gas) sean considerados por los tomadores de decisiones en el mundo en la próxima cumbre de París que será celebrada en cinco meses, y a la que puedes apoyar, si te suena, acá.