El Nuevo Aeropuerto Internacional de la ciudad de México es un proyecto millonario que se edificaría en las inmediaciones del lago de Texcoco. Esta zona fue recuperada en la década de los 70`s y está formada por lagunas y humedales; el sitio tiene una gran función como estabilizador de los niveles de agua de la ciudad y hoy es hogar de más de cien mil aves acuáticas que peligrarían con el Aeropuerto (además la zona del Vaso del Ex lago de Texcoco es considerada como Área Natural Protegida).
Lo han advertido distintas organizaciones como la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad o el especialista Fernando Córdova: el proyecto sería nocivo para el medio ambiente y la ciudad.
Otra organización, el Observatorio Regional Ciudadano Sustentable, ahora suma argumentos en contra de la construcción de este proyecto. Según sus estimaciones, en menos de cinco años lo que queda del lago se secaría, sobre todo por la sobrepoblación de la región oriente del Valle de México.
Lo anterior amenazaría a 140 especies en peligro de extinción y a 135 vestigios arqueológicos.
“Es un error construir en una zona donde el suelo es gelatinoso e inestable; estudios demuestran que en la zona hay hundimientos diferenciales de 20 a 30 centímetros anuales de manera permanente”, dijeron integrantes del observatorio, conformado por siete agrupaciones sociales y de académicos.
Como se sabe, cuando un proyecto de esta envergadura se construye, los terrenos aledaños suelen subir de precio, lo que provoca la conocida “gentrification”. Esto hace que los locales tengan que buscar nuevas formas de vida, pues los negocios y desarrollos inmobiliarios persiguen sus terrenos.
“Hoy, una hectárea que antes se vendía en 50 mil pesos hoy se cotiza en 8 millones, dijo Ricardo Jiménez, del Centro de Servicios Municipales Heriberto Jara.”