Un edificio bien diseñado ahorra entre 30 y 40% en costos de operación.

Arquitectura verde vía Shutterstock

Aunque el avance de la arquitectura sustentable camina a paso lento en México, ya hay una conciencia más firme y la aplicación de la arquitectura sustentable es un modelo que llegó para quedarse.

La conciencia de desarrollar y aplicar una arquitectura sustentable, también denominada sostenible o verde, ha ganado terreno en México, ya que un edificio bien diseñado ahorra entre 30 y 40% en costos de operación, demanda menos electricidad y utiliza recursos naturales, pero lo más importante es que contribuye a disminuir el impacto ambiental, afirmó el arquitecto José Picciotto Cherem, director de proyectos de Picciotto Arquitectos.

Una construcción eficiente considera las condiciones climáticas, hidrográficas y los ecosistemas del entorno en los que se construyen los inmuebles pensando en las necesidades de la población, una construcción de calidad, ahorro de energía y agua, entre otras.

“El impacto económico de un mal diseño es muy alto, además de cobrarle la factura al mundo por el impacto ambiental. Se gasta más de lo que se debería. En México, de aquí a 25 años es menos costoso construir nuevos edificios o hacer más eficientes los edificios que ya existen que hacer termoeléctricas, presas o generadores eléctricos”, indicó.

De acuerdo con José Picciotto se debe de buscar la eficiencia hacia un camino sustentable más que hacer negocio. En México se debe de aplicar la conciencia y el conocimiento, no sólo hacer imitaciones o seguir una simple moda, además de encaminar más a la sociedad en el tema.

Aunque el avance de la arquitectura sustentable camina a paso lento en México, ya hay una conciencia más firme y la aplicación de la arquitectura sustentable es un modelo que llegó para quedarse.

Certificaciones

En comparación con México, las leyes de los países europeos son más estrictas y han jugado un papel importante en favor de la arquitectura sustentable.

En opinión del arquitecto, la legislación en México es muy laxa, pues no ha generado la cuestión de obligar a respetar ciertos lineamientos en cuanto a construcción; el impulso de la arquitectura verde ha sido más por adelanto de la Iniciativa Privada o de usuarios. La falta de legislación y la falta de la aplicación de la ley que ya existe y del poco conocimiento que hay sobre las certificaciones inhiben el crecimiento de la arquitectura sostenible.

Por ejemplo, en el Distrito Federal el gobierno puso en marcha el Programa de Certificación de Edificios Sustentables (PCES), pero se conoce muy poco de él y no se han explotado los beneficios que otorga.

El PCES pretende establecer un estándar para calificar los edificios, además de ofrecer beneficios de tipo fiscal, como descuentos en el Predial, licencias de construcción, hasta financiamientos a tasas preferenciales y rapidez en la ejecución de trámites.

Además de ésta, existen más normas de edificación sustentable a nivel nacional, entre las que están: NMX-AA-164-SCF1-2013 de Edificación Sustentable, NMX-AA-171-SCFI-2014 de Requisitos y Especificaciones de desempeño ambiental de establecimientos de hospedaje, Hipoteca Verde del Infonavit, entre otras, sin dejar un lado las certificaciones internacionales como: LEED y Living Building Challenge del International Living Future Institute.

Fuente: El Economista

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