Un mapa muestra las regiones amenazadas por la aplicación de esta nociva técnica.
Con la aprobación de la Reforma Energética, publicada hace unas semanas, se ha aseguró una lamentable promoción al fracking en México. El fracking es una técnica de extracción de gas shale, que se alcanza inyectando al suelo al menos dos mil quinientos compuestos químicos, mezclados con descomunales litros de agua, para quebrar las capas de la tierra, y así liberar el energético.
La descripción anterior, e incluso de alguna manera, hasta la fonética de la palabra, remite justo al daño provocado con este método. Quebrar las capas de la tierra pareciera una medida hecha por algún enemigo del planeta, y así parece serlo (no es necesario ser experto para intuir que esas capas deberán reestructurarse o que los residuos en el subsuelo tendrán efectos).
Previo a la aprobación de la Reforma Energética, el colectivo Alianza Mexicana contra el Fracking, por una solicitud de información de transparencia, encontró que Pemex (la empresa petrolera paraestatal) había construido 20 pozos de fracking para hacer pruebas: 16 en Tamaulipas y otros cuatro en Nuevo León. Pero con la nueva enmienda se prevé que esta cantidad aumente exponencialmente.
Te presentamos las zonas candidatas, según un reporte de la consultora Advanced Resources International, a ser los escenarios de los nuevos pozos, que abarcan al menos cien municipios de siete estados.
Las regiones mostradas en el mapa inferior son las que albergan gas shale. Están comprendidas por 1) cierta región de Chihuahua, 2) La cuenca de Sabinas- Burro – Picachos, 3) La Cuenca de Burgos, 4) Tampico- Misantla, y 5) Veracruz.
Los siete estados de la república que abarcan esta zona son: Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz, Puebla y Oaxaca. Los primero cuatro, por cierto, sufren una notable insuficiencia de agua, por lo que se teme que crezca la escasez de agua por las enormes cantidades del líquido que demanda el Fracking:
Mapa desarrollado por Advanced Resources International.
Con la aprobación de la Reforma Energética, publicada hace unas semanas, se ha aseguró una lamentable promoción al fracking en México. El fracking es una técnica de extracción de gas shale, que se alcanza inyectando al suelo al menos dos mil quinientos compuestos químicos, mezclados con descomunales litros de agua, para quebrar las capas de la tierra, y así liberar el energético.
La descripción anterior, e incluso de alguna manera, hasta la fonética de la palabra, remite justo al daño provocado con este método. Quebrar las capas de la tierra pareciera una medida hecha por algún enemigo del planeta, y así parece serlo (no es necesario ser experto para intuir que esas capas deberán reestructurarse o que los residuos en el subsuelo tendrán efectos).
Previo a la aprobación de la Reforma Energética, el colectivo Alianza Mexicana contra el Fracking, por una solicitud de información de transparencia, encontró que Pemex (la empresa petrolera paraestatal) había construido 20 pozos de fracking para hacer pruebas: 16 en Tamaulipas y otros cuatro en Nuevo León. Pero con la nueva enmienda se prevé que esta cantidad aumente exponencialmente.
Te presentamos las zonas candidatas, según un reporte de la consultora Advanced Resources International, a ser los escenarios de los nuevos pozos, que abarcan al menos cien municipios de siete estados.
Las regiones mostradas en el mapa inferior son las que albergan gas shale. Están comprendidas por 1) cierta región de Chihuahua, 2) La cuenca de Sabinas- Burro – Picachos, 3) La Cuenca de Burgos, 4) Tampico- Misantla, y 5) Veracruz.
Los siete estados de la república que abarcan esta zona son: Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz, Puebla y Oaxaca. Los primero cuatro, por cierto, sufren una notable insuficiencia de agua, por lo que se teme que crezca la escasez de agua por las enormes cantidades del líquido que demanda el Fracking:
Mapa desarrollado por Advanced Resources International.