Escrito por Solange Saavedra
“Morir no es otra cosa que cambiar de residencia.”
Marco Aurelio (121-180)
Citando a Marco Aurelio, un emperador romano, la muerte solo es cambiar de residencia, y ¿qué mejor morada que un lugar con vida propia?
Esta es una de esas creaciones que se basa sin dudas en esta idea: Spiritree es una urna biodegradable que convierte los restos de alguien fallecido en un árbol. Está compuesta de dos piezas: una base de materiales orgánicos donde se colocan las cenizas de cremación, y una cubierta de cerámica químicamente inerte (cuya función es evitar la dispersión y recolectar el agua de lluvia).

Al plantar el Spiritree junto con una semilla de cualquier árbol, esta se alimenta de la base biodegradable y de las cenizas ricas en calcio. La humedad generada por la urna facilita la descomposición de la base, llegado el momento, la cubierta protectora se rompe por la fuerza del tallo, obteniendo finalmente un verdadero árbol.

Este asombroso producto fue diseñado por el arquitecto José Fernando Vázquez Pérez, inspirado en su bisabuela, quien en el 2001 lo incentivó para comenzar a conceptualizar un “dispositivo para hacer tierra sagrada que sirviera para renovar la vida restaurando el ambiente”. Este método es una manera de recordar a todos aquellos seres queridos, incluso a nuestras preciadas mascotas, contando con un sitio al cual recurrir cuando se los extraña, que dicho sea de paso, renueva el aire y brinda paz interior.

Las prácticas ambientales para afrontar la muerte de nuestros seres queridos están tomando fuerza y están en continuo avance, contando cada vez con mas personas que desean realizar acciones amigables con nuestra tierra en vida y aun después de morir. El Spiritree es un diseño precioso, elegante, con un impacto ambiental más ligero que las opciones tradicionales e incluso asequible para aquellas personas que buscan alternativas al entierro convencional en ataúd.

Imágenes por Spiritree

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