Arquitectura y Paisaje: las cubiertas verdes del Museo del Acero Horno 3, un ícono de la industrialización en México

El Museo del Acero Horno 3 nace de la intención de rescatar la estructura original del último horno de fundición de acero de la Fundidora que dio origen al Monterrey Industrial. El diseño involucra arqueología industrial y diversas estrategias sustentables como el uso de materiales reciclables de acero encontrados en el sitio y la cosecha y reciclaje del agua de lluvia.

El proyecto paisajístico, desarrollado por el estudio mexicano Harari Landscape Architecture bajo la dirección de la destacada Claudia Harari, se basa en la narrativa del proceso de la manufactura del acero desde la extracción del mineral de acero en la mina hasta su fundición en un producto terminado. Además de la arquitectura exterior y de las plazas y fuentes, una parte importante del proyecto consiste en sus áreas de techos verdes. Particularmente interesante es el techo verde de tipo “extensivo” de 700 m2, ubicado en sobre la estructura de acero circular, formando una superficie plegada de secciones triangulares plantadas con sedums; volviéndose este techo verde en un símbolo y máximo exponente del proyecto. Otros 1,000 m2 de techos verdes de tipo “intensivo” son cubiertos con pastos nativosJuntos representan un área de 1,700 m2, constituyendo uno de los techos verdes más grandes en América Latina y el único con esa geometría tan particular. 

Un recinto de la naturaleza del Horno Alto No. 3 sin duda tenía numerosas historias que contar. Aunque en sus mensajes se incluían desde datos históricos hasta científicos, era necesario que todos ellos giraran en torno a un objetivo común para así contar una historia con diversos matices. Después de un arduo trabajo de investigación se definió que Museo del Acero Horno 3 sería un centro de ciencia y tecnología con el objetivo de promover en los jóvenes el interés por las ciencias. El pilar que uniría los contenidos sería el proceso de fundición del hierro y las tecnologías de producción y transformación del acero, el cual sería mostrado de manera interactiva y envolvente.

Para ello, el recorrido brindaría al visitante una experiencia amena y didáctica que lo acerca a las ciencias, dentro de un edificio histórico único, de gran significado y profundas raíces regionales. El Museo del Acero Horno 3, íntimamente ligado a la identidad de la ciudad, honraría además la dedicación y trabajo de todas las personas que han sido parte de esta industria, desde el nacimiento de Fundidora hasta la actualidad.

La conciencia ecológica y la responsabilidad social están inmersas en la estructura y concepto rector del museo. La arquitectura del edificio cuenta con elementos que ayudan a la sustentabilidad, tales como un sistema de climatización por desplazamiento, bancos de hielo, calefacción hidrónica, techos de tierra que funcionan como aislantes, sistemas de recolección de agua de lluvia, reciclaje de aguas grises para inodoros y uso de equipo y grifería reductores del consumo de agua.

También se utilizaron cristales duovent con especificación Low Wind, así como louvers o tejas metálicas en muros y techos que permiten un colchón de aire que ayuda a que el sol no incida directamente en las paredes, aislando de esta manera el interior del recinto. El arduo trabajo de un equipo multicultural y multidisciplinario dedicado en cuerpo y alma a este proyecto, aunado a una sociedad que lo impulsó incondicionalmente, han hecho historia en un recinto de clase mundial con características sin precedente, que une lo mejor del pasado, presente y futuro.

La labor de los comités de historia y técnico del museo, se fortaleció con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, cuyos expertos en técnicas y procesos de restauración participaron en todo el proceso de construcción y reactivación del edificio.

Mientras que la restauración en edificios hechos con materiales como piedra, adobe, madera o cemento, busca renovar la apariencia de los materiales conservando las técnicas originales, en este edificio hecho de acero, era importante conservar el aspecto que el tiempo y los arduos turnos de trabajo habían dejado en él.

El objetivo principal de la restauración era conservar el edificio lo más cercano a su aspecto original, asegurar sus estructuras para reutilizarlas y protegerlo de la corrosión y el desgaste del tiempo. La misión no era cubrir la apariencia del metal, sino simplemente protegerlo de la corrosión. Se buscó que en la restauración se pudiera distinguir lo nuevo de lo viejo sin exagerar, sin dañar la imagen general y confiando en la perspicacia del espectador para percibir las diferencias. Por otro lado, era también de suma importancia que el diseño del paisaje se integrara a los espacios y edificios colindantes al Horno.

Se buscaba también no provocar daños en el medio ambiente, por lo que los materiales no debían ser nocivos para la ecología. El material utilizado fue un poliuretano transparente resistente a la intemperie y a base de agua para evitar reacciones químicas con los acabados anteriormente utilizados en el edificio. Se aplicaron casi 50,000 m2 de recubrimiento

UN EDIFICIO FUNCIONAL Y SUSTENTABLE
Innovación tecnológica

En la actualidad, el cuidado del medio ambiente debe estar implícito en todas nuestras actividades y la arquitectura no es la excepción. El proyecto arquitectónico del Museo del Acero Horno3 tomó en cuenta la sustentabilidad del edificio desde sus nuevas estructuras, hasta los sistemas de aire acondicionado, captación de aguas y drenaje.

Un factor importante al momento de definir la arquitectura del museo, fue el clima de la región, sobre todo tratándose de una ciudad como Monterrey, afamada por su temperatura extremosa, sus largos períodos de calor y la ausencia cíclica de lluvias.

De la misma manera, los principios y las directrices de sustentabilidad son el núcleo del diseño del paisaje del Horno 3. Mediante la propuesta de reutilización de materiales y artefactos industriales encontrados, así como con la incorporación de nuevas tecnologías verdes que trabajan en conjunción con la arquitectura y el paisaje, el diseño crea espacios para exhibiciones exteriores ligadas al edificio pues interpretan los usos históricos celebrando al mismo tiempo oportunidades artísticas para el futuro.

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